Hasta hace poco tiempo el control de procesos industriales se hacía de
forma cableado por medio de contactores y relés. Al operario que se encontraba
a cargo de este tipo de instalaciones, se le exigía tener altos conocimientos
técnicos para poder realizarlas y mantenerlas. Por otra parte, cualquier
variación en el proceso suponía modificar físicamente gran parte de las
conexiones de los montajes, siendo necesario para ello un gran esfuerzo técnico
y un mayor desembolso económico.
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